Pergamino-Los emprendedores locales ponen su pasión en una pyme a pesar de las trabas económicas

Una pasión es un sentimiento único de cada persona y puede o no tener relación con una profesión u oficio, muchas veces es un hobbie pero sin lugar a dudas, es algo o un momento en el cual sentimos felicidad y paz.

Muchas de esas profesiones o hobbies pueden convertirse en un negocio redituable pero también son necesarias otras herramientas de venta como lo son la comunicación, mentorías, mejoras en los procesos productivos o en el producto o servicio en sí. «Me duele conocer compañeros o jóvenes con gran potencial emprendedor que no piensan sus estudios como un valor agregado para el día de mañana ingresar en el campo laboral y sólo estudian por una estructura o mandato familiar, sin embargo a la hora de pensar en un futuro no se ven trabajando de aquello que estudian», comenta el Lic. en Diseño y emprendedor Franco Henrich, quien está en constante contacto con la comunidad emprendedora y es referente en el área por su actividad en congresos, docencia y actividad laboral.

El descontento general 
Una de las trabas al poner en marcha una pyme o emprendimiento son los costos fijos y variables. Entre éstos, pagar un alquiler de una oficina o local, «stockearlo» o adquirir el equipamiento necesario, inscribirse en el fisco para tener una actividad en blanco y luego abonar los correspondientes impuestos, son los obstáculos más importantes en costos fijos que hacen imposible pensar en una pyme independiente como un negocio redituable.»Recibo en mi estudio muchos jóvenes o incluso en congresos o charlas me comentan la frustración de no encontrar trabajo fijo o conseguir bajo dependencia en actividades muy lejanas a sus gustos e ingresan en un estado de enojo con el sistema porque no se sienten cómodos donde están, porque no le atrae la actividad y lo único que piensan es en terminar la jornada laboral y cobrar mes a mes».No obstante, emprender, no importando la edad, de lo que a uno le atrae es un derecho que todas las personas deberían experimentar para poder estar contentos en el día a día y, de esa forma, no pensarlo como una obligación sino como un disfrute, donde cada inversión no fuera un riesgo sino una oportunidad. 

El apoyo del Estado
«Tengo la experiencia de otras provincias o países donde se le da un incentivo al emprendedor para capacitarse y montar una pyme. Por ejemplo, Estados Unidos podes crear vía web una Sociedad Anónima en 15 minutos por 300 dólares y desde ese entonces te brindan un espacio de trabajo o una beca de capacitación y las probabilidades de fracaso son casi nulas debido a la buena actividad económica y poder adquisitivo per cápita de las ciudades», comenta Henrich.»En Argentina hay un largo camino por delante. Creo que somos las nuevas generaciones las que podemos lograr un cambio, siempre y cuando, las políticas nos ayuden. Tengo muchos proyectos en mente pero se necesita el apoyo del sector público para lograrlo ya que desde lo privado es muy poco rentable en nuestro país». «Mi consejo a cualquier jóven es que estudie mucho, porque la competencia es grande, se especialice y ponga en marcha su proyecto cuando sienta que debe ser el momento. No sabemos si vamos a tener dos oportunidades en la vida», finaliza el diseñador.Mientras tanto, Franco Henrich, además de trabajar cada día con sus clientes en su estudio, brinda capacitaciones en Universidades de Capital Federal, como en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), la Universidad de Palermo (UP) y la Universidad de Belgrano.  

Franco Henrich es Diseñador Gráfico Académico
Director en Henrich Studio | Henrich Academy Pro2700 . Pergamino, Provincia de Buenos Aires, Argentina
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