Una jubilada de 80 años fue sorprendida por un delincuente que la abordó dentro de la propiedad al regresar de hacer compras en locales cercanos a su domicilio de Monteagudo al 1.200.

El lunes a la tarde a una mujer de 80 le pareció llamativo que dos muchachos estuvieran agazapados y como oculto detrás de unos autos frente a su casa.

Ella salía para hacer unas compras en locales barriales cercanos al domicilio de Monteagudo al 1.200 a las cinco y media de la tarde del lunes.

Si bien le pareció extraño que esos jovencitos se ocultaran por los autos: no requirió la intervención policial ni alertó a vecinos sobre lo que vio.

La jubilada concurrió a comprar productos para preparar la cena y regresó a su morada unos minutos más tarde.

A las 17:50 abrió y cerró detrás de si la puerta de reja que tiene en el frente de su propiedad.

Luego dejó entreabierta la puerta de acceso a la morada creyendo estar protegida por la reja que había dejado cerrada.

Aparentemente uno de los sospechosos había ingresado al espacio entre la reja y la edificación sin que la moradora no lo notara.

Este malhechor la sorprendió por atrás dentro de la casa y le tapó la boca para que no gritara ni pidiera auxilio.

El ladrón la despojó de la billetera que llevaba consigo y corrió hacia el exterior donde lo aguardaba su cómplice.

Ambos delincuentes corrieron por Monteagudo hacia el Arroyo y la víctima los perdió de vista.

La mujer llamó al servicio de emergencias policiales 911 para que concurriera un móvil del Comando de Patrullas.

Las actuaciones judiciales, por la figura penal de “hurto”, quedaron a cargo de la fiscal Alejandra Ghiotti.

Desde la Fiscalía 7 instruyeron a la Policía de Investigaciones (DDI) para que entreviste a la víctima y a partir de su testimonio lograr establecer características fisonómicas de los sospechosos que permitan identificarlos.

Fuente: Semanario del Tiempo