El fiscal Francisco Furnari descubrió las mentiras de una joven de 18 años que movilizaron las redes sociales por la inventada historia del asalto de tres sujetos que la manosearon y la despojaron del teléfono celular tras intimidarla con un cuchillo.

Las mentiras tienen patas cortas; pero puede generar una situación de pánico comunitario a partir de cómo se comparten las malas noticias en la actualidad con las redes sociales y los grupos de Whatsapp.
El caso que en su momento tuvo gran trascendencia fue una denuncia donde una joven manifestó a la policía que la abordaron tres sujetos, que la manosearon y la despojaron de su teléfono celular el martes 18 de febrero a las cinco de la tarde en la esquina de San Nicolás Norte y Lagos.
El caso inicialmente ingresó por el Comando de Patrulla que lo derivó a la Comisaría de la Mujer al manifestar la víctima que la habrían manoseado.
La fuerza policial especializada le dio la contención necesaria a partir de la intervención del equipo interdisciplinario de profesionales.
En sede judicial el caso recayó en la Fiscalía 2 de Furnari al ser un robo con arma blanca en la vía pública y en una semana lograron desentrañar el caso.
La declaración en sede policial fue distinta al testimonio brindado en el segundo piso del Ministerio Público en algunos detalles.
El ayudante fiscal Germán Guidi y el equipo de instructores judiciales de la Fiscalía 2 requirieron las imágenes de las cámaras de seguridad y se entrevistaron con comerciantes de la zona aledaña a la ex fábrica Berini donde habría ocurrido el atraco y agresión sexual.
En varias oportunidades la convocaron a la muchacha a sede judicial a que ampliara su declaración porque había un verdadero interés de lo que parecía un delicado episodio delictivo casi sin precedentes.
Cada vez que se sentaba ante los funcionarios judiciales la versión se iba modificando a la luz de las evidencias y elementos de prueba que obtenían en la Fiscalía.
La joven mujer se quebró el miércoles cuando las contradicciones eran más evidentes a medida que la Fiscalía lograba determinar casi con total certeza que ese día, en esa franja horaria y en esa esquina del paseo San Nicolás Norte no había pasado nada de lo que la chica expresaba en la denuncia inicial.
Finalmente el abuso terminó siendo una simulación por presunto despecho a un hombre casado con el que había terminado una relación prohibida minutos antes de hacer la denuncia. Aparentemente por este mismo motivo se habría desprendido del teléfono celular para no recibir más mensajes ni llamadas de su amante. Según terminó reconociendo al aparato de telefonía lo arrojó en un cesto de residuos de la zona comercial de San Nicolás Norte y lo hizo pasar como robado. A partir de esta situación todas las actuaciones se pasaron a la Fiscalía 7, a cargo de Alejandra Ghiotti; quien debe iniciar un proceso por el delito de falso testimonio.

Fuente: Semanario del Tiempo