Un preso, quien cumple condena acusado de haber asesinado a su cuñado tras una pelea familiar, volvió a ser noticia: esta vez por rechazar una prisión domiciliaria.

El interno -de quien no se dio a conocer su identidad- desde que accedió al beneficio estuvo viviendo diez días en la casa de su suegra, lugar elegido por el mismo acusado para la restricción. El mayor argumento que tuvo en cuenta la jueza Ana Servent para conceder el beneficio fue que no contaba con antecedentes y podía esperar la condena en libertad, según diario El Patagónico.

Sin embargo, días más tarde y sin dar mayores precisiones, el acusado les dijo a los efectivos que lo esposaran y lo llevaran a la Alcaidía.«Prefiero estar ahí antes que en la casa de mi suegra. Quiero que me trasladen», explicó.

Al parecer volver tras las rejas era su única alternativa dado que su vivienda particular se encuentra a pocos metros de la casa de su hermana, la esposa del hombre asesinado, quien argumentó que tenía miedo a que el acusado viva tan cerca.

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El yerno «cansado», estuvo unos días en la cárcel pero ante un pedido de la defensa fue trasladado a su vivienda, pese a la oposición de su hermana. En este caso la Justicia consideró que no existía peligro ya que el hombre no puede salir ni a la vereda.