Actualidad – Solo para genios: si podés encontrar la letra “B”, tenés una vista de halcón
Intentá resolver este reto viral y descubrí si sos uno de los pocos que lo lograron. Los detalles en la nota.
Los retos visuales se convirtieron en acertijos virales que son cada vez más populares para pasar el rato y conocer la capacidad que tiene cada uno para superarlos.
En este caso, se trata de descubrir la letra “B”, escondida entre las “D”, algo que en la premisa puede ser sencillo, pero no todos pueden lograr.
¡Intentalo y superalo!
Qué es un acertijo
Los acertijos lógicos son pasatiempos o juegos que consisten en hallar la solución de un enigma o encontrar el sentido oculto de una frase solo por vía de la intuición y el razonamiento, y no en virtud de la posesión de determinados conocimientos. La diferencia con las adivinanzas consiste en que estas, plantean el enigma en forma de rima y van dirigidas generalmente a públicos infantiles.
Para resolver los acertijos más comunes hay que hacer uso de la imaginación y la capacidad de deducción. La resolución tiene que darse con el mero planteamiento del enunciado por lo que no se permite realizar preguntas.
El enigma más antiguo del mundo
Nuestros antepasados ya proponían retos para probar las habilidades de lógica y pensamiento con complicados e intrigantes acertijos. Los sumerios, un pueblo que se ubicaba en lo que hoy es Irak, y que fue una de las primeras civilizaciones del mundo, nos dejó uno de los primeros enigmas del mundo. Los sumerios, hace 4000 años, plantearon el siguiente acertijo:
Hay una casa. Uno entra ciego y sale viendo. ¿Por qué?
En 1960, E.I. Gordon publicó 25 acertijos traducidos que provenían de antiguas tabletas cuneiformes sumerias, entre ellas, esta. ¿Sabrías dar la respuesta?
Solución: es un colegio. A los sumerios les importaba mucho la adquisición de educación y conocimiento. Para ellos, la escuela era ese lugar donde uno entraba vacío de conocimiento, y salía lleno, en definitiva, entraba ciego, y salía viendo. Bonita metáfora, ¿no te parece?
Fuente: Crónica
