A pocas cuadras donde fue hallado el cuerpo de Pablo Fullana Borsato, la policía encontró a Leonel Fazio, de 18 años, quien intentaba manosear a una jubilada de 81 años y a la que le exhibió sus genitales. Sus ropas estaban manchadas de sangre y según reconstruyeron horas después, el joven es la última persona con quien estuvo el arquitecto y activista LGBTI antes de ser asesinado. «Nadie me escuchó, yo lo anticipé», afirmó la madre del sospechoso.

Fazio está detenido desde el domingo, cuando un primo de Borsato encontró a su familiar sin vida en una vivienda en calle 45 entre 22 y 23 de  Colón, en el norte de la provincia de  Buenos Aires. Según la autopsia, la víctima recibió entre 60 y 70 navajazos en el tórax, la espalda y cuello e intentó defenderse del ataque, ya que tenía lesiones en las manos y antebrazos.

Pablo Fullana Borsato, la víctima.

El acusado, que cumplirá 19 años en quince días, está diagnósticado desde hace una década con un retraso madurativo en el aprendizaje y si bien estaba bajo tratamiento psiquiátrico, no tomaba la medicación y bebía mucho alcohol, según informó su madre, María de los Ángeles Amend.

Además tiene decenas de denuncias por robo, amenazas y golpes e incluso una «suspensión de juicio a prueba» otorgada en octubre de este año, según dio a conocer el fiscal Ignacio Uthurry, titular de Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Colón, que investiga el homicidio.

 

La madre de Fazio aseguró en una entrevista a Clarín que hizo todo lo que pudo con su hijo pero«se le fue de las manos». Desde hace un año, el sospechoso dejó de vivir con ella y su hija, a quienes les había robado y pegado en ocasiones, por lo que la convivencia se volvió imposible.

“Estaba incontrolable. Pedí ayuda al hospital municipal, a la psiquiatra, a una institución de menores y a la fiscal Magdalena Brahm, que me dijo ‘usted, como madre, se tienen que hacer cargo de su hijo’. Nadie me escuchó, esto yo lo anticipé», indicó.

Amend afirmó que sospecha que su hijo es gay, de acuerdo a «charlas» que leyó y escuchó.«También puede ser que Leonel haya cobrado por sexo, aunque no sé si en el caso de Pablo(Borsato)«, añadió.

 

El fiscal Uthurry contó que Fazio se negó a declarar el pasado martes en los tribunales locales por el «homicidio agravado por ensañamiento» del joven arquitecto y que pidió la conversión de la aprehensión en detención ante el Juzgado de Garantías de Pergamino.

Fazio al momento de ser detenido.

Aseguró que «en principio no hay ningún elemento para acreditar un crimen de odio», ya que ni su familia ni allegados encontraron «relación con la persona detenida»«Hasta ahora es imputable, aunque se le hará una nueva pericia para conocer su estado psicológico», anticipó.

La noche del crimen

Amend recordó que su hijo apareció en su casa ese domingo con la ropa y la cara manchadas de sangre. «Mamá abrime, abrime carajo, maté a un tipo, maté a un tipo’, gritaba despertando a mis hijas y a los vecinos. Yo no le abrí, estaba realmente asustada, pero nunca le creí, pensé que era otra mentira, creí que había matado una vaca o un chancho, porque él ya había robado animales otras veces», dijo la mujer.

Fazio merodeó la casa de su mamá durante unos treinta minutos y le insistió en pedirle ropa para cambiarse. Al no conseguir su cometido, se dirigió a lo de su hermana Yamila, pero tampoco le abrió la puerta. Luego de conocerse el crimen, ella usó su perfil en Facebook para pedir justicia por el joven arquitecto asesinado.

El descargo de la hermana del sospechoso.

Horas más tarde, Fazio fue apresado con las ropas aún ensangrentadas. La suela de su zapatilla era similar a la huella que había dejado el homicida en la casa del arquitecto, establecieron los investigadores.

Sin embargo, el joven quedó comprometido en el crimen con la declaración de un testigo, quien lo vio en un bar de Colón con Borsato. Tomaron vino espumante, jugaron al pool y luego fueron hasta la casa de la víctima, indicó a las autoridades.

Fuente:Cronica