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Los integrantes del gabinete de investigaciones de la Comisaría Tercera allanaron dos viviendas sospechadas de tener moradores dedicados a reducir teléfonos celulares robados y re venderlos en un mercado ilegal.

A partir de la gran cantidad de elementos incautados les iniciaron un proceso penal a dos sujetos de 32 y 39 años de edad.

En las dos moradas de calle Saucedo (ubicadas a cien metros una de otra) secuestraron: 1.700.000 pesos; 35 mil dólares; más de cien teléfonos celulares de diferentes marcas y modelos; cuatro computadoras portátiles; un módulo desbloqueador de equipos de telefonía celular; los módulos internos de reparación de celulares para distintas marcas.

Los elementos incautados complican la situación procesal de ambos sujetos y la Fiscalía debe determinar los alcances de la responsabilidad penal que corresponde imputarles a los sospechosos.

En el procedimiento policial los uniformados de la Comisaría Tercera, a cargo del sub comisario Gustavo Cabrera, los notificaron de la investigación judicial que los involucra y si prospera el estado de sospecha los indagarían al menos por la figura penal de encubrimiento.

Desde el Ministerio Público Fiscal deben analizar todo el equipamiento incautado para determinar la procedencia ilícita de los mismos. De los análisis técnicos de los más de cien teléfonos celulares deben confirmar las sospechas que son robados y de las computadoras deben someterlas a pericias para determinar si las han utilizado para maniobras ilícitas y de los equipos para intervenir celulares saben que se utilizan para quitarle las configuraciones de fábrica y volver a introducirlos en el mercado ilegal.

Investigación de la Fiscalía

El fiscal Francisco Furnari encabeza la investigación judicial que ha llegado a establecer –con suficiente grado de sospecha- que los sujetos de 32 y 35 años estarían vinculados a la actividad ilícita de reducir teléfonos celulares robados.

Ante la posibilidad que en esas moradas podría haber celulares robados, por la pesquisa del gabinete de la Comisaría Tercera, procedieron a través de un allanamiento.

Las distintas causas de la Fiscalía 2 indicaban que los celulares robados terminaban en esas moradas donde le quitaban los códigos de seguridad y los desbloqueaban para volver a comercializarlos.

Al incautar los celulares y los equipos de desbloqueo se confirmarían las sospechas de la Fiscalía y de la Policía de la Comisaría Tercera sobre la presunta actividad ilícita en esas viviendas.

Con relación al dinero incautado sería el producto de una operación inmobiliaria reciente de uno de los moradores de las viviendas allanadas que no tendría nada que ver con la investigación judicial y policial.

Fuente: Semanario del Tiempo