Salud – Genes, alimentos y obesidad

Para poder entender que es la Nutrigenética tenemos que remontarnos a un tiempo muy, muy lejano pero es importante hacerlo porque aún somos reflejo de aquellos años.

En una primera etapa en la historia de la humanidad, aparece un Homínido Bipedestado en África, que vivía en las copas de los árboles, y tenía un cerebro muy similar a los monos y eran vegetarianos. Por el hecho de vivir en un paraíso de árboles frutales, y al tener la comida al alcance de la mano, su intestino era delgado y corto, con poca capacidad de síntesis de nutrientes y vitaminas, como por  ejemplo es el caso de la vitamina C.

Esto también determinó que no tuvieran una reserva grasa ya que no la necesitaban. La existencia de grandes cantidad de vitamina C a disposición permitió el descenso de la síntesis del cuerpo de ésta ya que consumían 3400mg diarios.

Pero en una segunda etapa se alteró el clima de húmedo a seco, a lo que se sumó la  desaparición de los lagos. Eso dio origen a los primeros Homínidos Carroñeros que debían  andar largas distancias en búsqueda de alimentos y comenzaban, por ende, a tener una reserva grasa. Aparece, entonces, el llamado GEN AHORRADOR que les permitía tener largos ayunos. El intestino cambia, se torna largo y aún más delgado para aumentar la superficie de absorción para los micronutrientes; y el intestino grueso se acorta por el poco proceso de fermentación que requiere el consumo escaso de frutas.

En una tercera etapa, que se descubrió hace unos pocos años, surge un Homínido Herbívoro terrestre. Se encuentra que el cerebro comienza a desarrollarse con un aumento de su peso. Por el cambio evolutivo comienzan a desarrollarse habilidades de sobrevivencia. Aparece una sensibilidad diferenciada a la insulina, debido a los períodos largos de ayuno con posterior ataque desaforado a la comida cuando la encontraban. Comienzan, así, las primeras etapas de sobrepeso que todavía hoy en día mantenemos. Hay un aumento de la sensibilidad de insulina especialmente en el tejido adiposo y disminuye en el músculo energético que se adapta a sacar la energía directamente del tejido adiposo. La glucosa se derivaba de manera equitativa a los músculos, la sangre y tejido adiposo. Esto era el único mecanismo fisiológico que permitía sobrevivir a esta dieta pura y exclusivamente hiperproteica.

Hace 200.000 años el hombre tiene que migrar y, con el descubrimiento del fuego, comienza una nueva etapa en la forma de procesar y consumir los alimentos. Surge una organización y comienzan a desarrollarse la ganadería y la agricultura. Estos cambios, podríamos decir, son la base de la obesidad moderna.

En una cuarta etapa se desarrolla un cerebro de 1000cc, con un consumo vegetariano ocasional. A medida que aumenta la habilidad de cazar,  el ser humano se vuelve carnívoro, acentuando aún más la resistencia a la insulina y los depósitos de células grasas. Comienza la LEPTINA RESISTENCIA que permite comer más cantidad y prolongar más los periodos de hambruna. Esto todavía lo conservamos: Muchas personas pueden comer grandes cantidades sin saciarse. El convertirnos en carnívoros marcó la diferencia.

Un gen es una porción de código genético que va a tener la capacidad en su interior de expresar la individualidad de cada especie en sus características. Recibimos una mezcla de genes de nuestros padres, hechos al azar. Recibimos más de 60 mutaciones en el genoma al nacer, lo que se llama MUTACIÓN PARENTERAL.

¿Por qué es importante saberlo? PORQUE LOS CAMBIOS DE HÁBITOS Y AMBIENTES LLEVAN A MUTACIONES GENÉTICAS. Los nutrientes y la dieta se estudian hoy a través de la NUTRIGENÉTICA, que se ocupa de analizar cómo interacciona el gen con los nutrientes, como por ejemplo la variación genética que lleva a una modificación de la absorción,utilización, etc., de los nutrientes. A ello se suma la  NUTRIGENÓMICA, que estudia la interacción de los nutrientes con los genes.

Motulsky ha argumentado recientemente que muchas de las enfermedades degenerativas comunes son el resultado de un desequilibrio en la ingesta nutricional con necesidades determinadas genéticamente.

«Los genes pueden ser silenciados o promovidos por factores ambientales y nutricionales, incluso antes del nacimiento.»

Científicos de renombre afirman que los genes tienen «memoria». Que las vidas de tus abuelos, el aire que respiraron, la comida que comieron, incluso las cosas que vieron, podían afectarte directamente, décadas después, a pesar de que nunca experimentaras esas cosas vos mismo. Y, entonces, que lo que hicieras en tu vida podría afectar también a tus nietos.

¡A tomar conciencia!

Dra. Mariana Elizabeth Saez

Matrícula 64460

Medicina Estética Integral

Medicina Ortomolecular

Terapias biológicas naturistas

Implante Capilar