Bárbara, la dueña del comercio explicó que es la segunda vez que les roban. “La primera fue en 2017 cuando mi bebe tenía seis meses, el delincuente entró y me dijo que era un robo y me apuntó con una pistola, se llevó mercadería, plata y la computadora”.

No se puede hacer nada porque la primera vez que nos robaron, reconocimos al ladrón y luego recibimos amenazas de los familiares. En este oportunidad, le robaron una notebook, seis mil pesos que habían guardado para pagar la luz y un par de zapatillas.

“Me duele porque atrás de ese par de zapatillas hay horas de trabajo y sacrificio porque los zapatos los hacemos nosotros. Tengo que llevar a mi bebe a la guardería doble turno, mi pareja tiene otro trabajo y corremos de acá para allá todo el día”.

En las redes sociales, expresaron su enojo y angustia: “Anoche me fui a dormir leyendo la publicación del robo a la casa de comidas en Echevarría y Alem y pensando que nos les importa ni las cámaras, se sienten impunes ante todo y hoy me desayuno con un mensaje de mis vecinos avisándome que tenía el local abierto. Nos tenemos que conformar con el hecho de decir que gracias a Dios no fue como la anterior, que esta vez no estábamos, que podría haber sido peor, nos tenemos que conformar diciendo que fue una desgracia con “suerte”.
Suerte la del chorro que la saca barata, que se lleva de arriba una computadora, un par de zapatillas, un bolso y plata. Ese si que es un tipo con suerte, que no va en cana y si lo agarran a las pocas horas lo sueltan”.

“No saben la impotencia que se siente, lo material lo puedo recuperar porque tengo seguro, pero lo que mas rabia me da y me genera angustia y dolor es ese solo par y el bolso que con tanto sacrificio hacemos. No fue solo un par y un bolso, es todo el sacrificio que hacemos para tener ese par, atrás de ese solo par y ese bolso hay horas de cansancio, de dolor de cabeza, horas que invertimos en mejorar, horas que podríamos estar con nuestro hijo, pero lo tenemos que dejar en un jardín para nosotros poder ir a hacer ese par que hoy nos robaron. No puedo contener la rabia, las lágrimas y la angustia que me genera este hecho”, agregaron en la publicación de Facebook.

“Podría haber sido peor, si podría, pero no me puedo conformar pensando así. Harta de que nos roben por todos lados, lo que más bronca me da es que la plata que me robaron de la caja es la plata que había dejado ahí para no gastármela porque tenia que pagar una boleta de la luz, seis mil pesos de luz, que no tiene lógica cuando la factura anterior había sido de mil doscientos pero igual la tenes que pagar porque el consumidor es el que lleva siempre las de perder ante estas empresas”.

Fuente: Primera Plana