Locales-Acusado de doble homicidio con celular en la cárcel
El juez de Garantías, Fernando Ayestarán, ordenó la prisión preventiva a Nicandro José Rojas; quien sigue activo en las comunidades virtuales a través de un teléfono celular que ha conseguido en la unidad penal 49 de Junín, donde está privado de la libertad.
«Estoy solo y triste» empieza el posteo en una de «las historias» publicada por Nicandro Rojas en una de las reconocidas redes sociales.
La publicación en su perfil de Facebook con una foto suya dentro de uno de los pabellones de la unidad penal 49 de Junín continúa describiendo que el motivo de esa tristeza es por: «Sin saber nada de mis hijos». Y finaliza la frase: «los amo mucho hijos».
Las personas que comparten las redes sociales y siguen siendo parte de los contactos en el teléfono han visto esas publicaciones con asombro.
Aparentemente Rojas ha conseguido un nuevo teléfono con chip que ha logrado que quede asociado a uno de sus antiguos números.
Tal como ha trascendido el convicto debe haber requerido dinero para acceder a un dispositivo tecnológico y un chip que le permita asociarlo a su antigua cuenta en una de las compañías de telefonía celular de nuestro país.
Rojas al momento de ser detenido tenía dos teléfonos celulares que habitualmente utilizaba en su vida cotidiana.
En el Juzgado de Garantías 3 tienen en su poder los dos aparatos para auditarlos y establecer que elementos del contenido se pueden convertir en pruebas para la instrucción judicial que le imputa el doble homicidio a Rojas.
El fiscal Guillermo Villalba sigue adelante con la instrucción judicial que se encuentra en plena producción de pruebas a partir de las distintas pericias que están en período de dar resultados.
En su anterior edición la semana pasada comenzaron las pericias psicológicas en la Asesoría de los Tribunales pergaminenses.
También se esperan los resultados de las pericias recolectadas por los expertos de Policía Científica en la escena del crimen.
En la casa de Conscripto Silva y Maipú donde encontraron los cuerpos sin vida de Pablo Caputa y María Elisa Rafaelle han levantado evidencia que pueden incriminar al sospechoso.
El autor del doble crimen tuvo el cuidado de envolver a las víctimas fatales con frazadas y sobre el cuerpo de la mujer apoyar un cuchillo luego de apuñalarlos.
Además habría limpiado la escena del crimen para eliminar pruebas que lo puedan incriminar.
Otro aspecto de la investigación ha evidenciado dentro de la propiedad que el asesino revisó las instalaciones en busca de pertenencias de valor.
Un par de zapatillas nuevas de Pablo Caputa fueron sustraídas del interior de la casa y el sospechoso las llevó minutos después a la casa de una ex patrona y amiga.
Eso es la prueba más contundente contra Nicandro Rojas porque lo coloca dentro de la vivienda del barrio Ameghino donde ocurrió el doble homicidio.
Fuentes cercanas a la investigación también han apuntado que del interior de la propiedad ha faltado dinero que había atesorado; tal como surgió de declaraciones de testigos.
Fuente: Semanario del Tiempo