Neuquén: Cinco heridos por la represión policial a estatales

Personal policial desalojó a los trabajadores tercerizados del Castro Rendon, que protestaban en la lavandería de Santa Fe 250. Arrojaron gases lacrimógenos y balas de goma.

La Policía provincial desalojó esta tarde a los trabajadores tercerizados del hospital Castro Rendon que realizaban una protesta en la lavandería.

Producto del accionar policial, personal oficial del nosocomio local indicó que se registraron cinco heridos por balas de goma, consecuencia de disparos a corta distancia. Actualmente, solo uno de ellos permanece internado, a quien le realizarán más estudios por lesiones en una de sus piernas.

Tras los incidentes, desde la CTA neuquina convocaron a una movilización provincial mañana, que concentrará desde las 10 en el monumento.

Alrededor de las 15, personal policial fue apostándose en el lugar y en pocos minutos comenzaron a desalojar con gases lacrimógenos y balas de goma a los trabajadores sobre calle Santa Fe 250.

El centro de la ciudad se convirtió en pocos minutos en un campo de batalla. Los manifestantes fueron replegados hacia la calle Alderete, frente a la guardia del hospital, donde resistieron arrojando piedras.

Hace una semana que los trabajadores tercerizados que prestan servicios de limpieza, maestranza y seguridad en los hospitales llevan adelante un paro en reclamo de la revisión de los pliegos de licitación.

“Estábamos manifestándonos frente a uno de los lavaderos que están en conflicto, fueron a desalojarlos con la policía y raíz de esto se dio una situación de represión. Vamos a seguir resistiendo. Intentamos que haya una mediación, pero no hubo posibilidades”, señaló a este diario el secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo. Aseguró que esperan la intervención de algún funcionario político para destrabar el conflicto.

Además, el sindicalista había denunciado la presencia de heridos con balas de plomo, aunque esa información no fue confirmada por el personal médico local.

La orden de desalojo la dispuso esta tarde el fiscal jefe Pablo Vignaroli, quien aseguró a “Río Negro” que fue a pedido del abogado de la Subsecretaría de Salud, quien argumentó que si no se podía cambiar la ropa de blanco corrían riesgo los pacientes internados. Indicó que hubo un intento de diálogo, pero resultó infructuoso.

El subsecretario de Seguridad, Gustavo Pereyra, dijo que era la única forma de garantizar que “la ropa de blanco, los materiales y medicamentos lleguen al hospital”. “La salud pública está por encima de cualquier conflicto”, aseguró.

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