Nacionales-Preocupa el hallazgo de 12 fusiles de guerra usados en entraderas y secuestros

Una banda tenía un arsenal con armas de alto poder de fuego; no fueron robadas en la Argentina y sospechan que entraron por la Triple Frontera

Ninguno de los doce fusiles M-16 hallados en poder de una banda que cometía secuestros exprés y entraderas en diversas zonas del Gran Buenos Aires fue robado en nuestro país. La investigación judicial para tratar de identificar al responsable de armar a grupos delictivos que operan en el conurbano con un arsenal similar al que utilizan los ejércitos de las grandes potencias llevó a los responsables de la causa a la Triple Frontera, entre Paraguay, Brasil y la Argentina.

En los últimos días, en la fiscalía federal de Tres de Febrero, se acumularon siete expedientes por robos con privación ilegal de la libertad y secuestros cometidos por una banda armada con fusiles tácticos M-16 y Remington.

Dos de los siete episodios denunciados ocurrieron en San Isidro; tres, en Morón, y tres en la zona de San Martín. A estos hechos hay que sumarles las diez entraderas y secuestros exprés cometidos por el grupo delictivo que se autodenominaba «la banda del M-16», a la que le imputaron diez hechos.

Dicha banda fue desbaratada durante una investigación encarada por el fiscal federal de Tres de Febrero Paul Starc. En este expediente ya fueron procesados diez sospechosos. El último imputado fue el jefe de la banda, quien fue detenido hace una semana.

Durante los distintos allanamientos realizados para apresar a los integrantes de la banda del M-16, los policías de la Dirección de Investigaciones de Tres de Febrero secuestraron doce fusiles tácticos en la versión de mayor poder de fuego: la automática.

Por tal motivo no fue casualidad que todos los expedientes en los que se investigan entraderas y secuestros exprés ocurridos en el Gran Buenos Aires, donde las víctimas denunciaron que los delincuentes usaron fusiles, se acumularan a la causa que instruye el fiscal Starc. A partir de la revisión de cada una de esas causas, los funcionarios judiciales tratarán de determinar si los siete episodios ocurridos en Morón, San Martín y San Isidro durante el último año fueron cometidos por el grupo que se autodenominaba «la banda del M-16», o si existen otras organizaciones delictivas que usan esas armas para concretar robos comunes.

Hace una semana, a partir de la captura de Carlos Javier Velázquez Pellegrino, señalado como el presunto jefe de «la banda del M-16», los investigadores judiciales y policiales comenzaron a preguntarse: ¿cómo fue posible que un asaltante que sólo se dedicaba a entraderas y secuestros exprés tuviera acceso a fusiles de alto poder de fuego?

Luego de desbaratar a la banda y de apresar al jefe del grupo, que hace seis meses se había escapado del allanamiento realizado en el departamento que alquilaba en Santa Fe al 1200, en Retiro, los investigadores comenzaron a tratar de identificar al proveedor de los fusiles.

El primer paso para encontrar al armero fue verificar si había denuncias de robos de armas similares en guarniciones militares o en casas de coleccionistas. Según fuentes judiciales, el resultado de esa investigación fue que ninguno de los doce fusiles hallados en poder de Velázquez Pellegrino y sus cómplices fue denunciado como robado en nuestro país.

Entonces, la principal sospecha que surgió entre los investigadores apuntó hacia la zona de la Triple Frontera. Esta presunción se fundó en un hecho concreto. En octubre pasado la Aduana secuestró un cargamento de cargadores y municiones para el fusil ruso AK47, que se dirigía desde Paraguay a Rosario. Un fusil M4, un modelo anterior al M-16 fue incautado el año pasado en Villa Gobernador Gálvez.

A principios de febrero de este año, cuatro delincuentes fueron apresados en Pablo Podestá luego de que interceptaron al dueño de una camioneta Hyundai Tucson, lo obligaron a ir hasta su casa en El Palomar y se enfrentaron a tiros con la policía. Antes de ser detenidos, los asaltantes se refugiaron en una casa, tomaron rehenes y dispararon ráfagas con fusiles contra los efectivos del grupo Halcón que los habían rodeado.

Después de dicho operativo, el jefe de la policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, explicó que a los delincuentes les secuestraron «dos fusiles similares a los usados por el Ejército de Estados Unidos, uno de ellos con mira láser. Hay que ver el origen, cómo los consiguieron, lo mismo que las municiones».

Se trataba de fusiles similares a los norteamericanos AR-15, versión civil del militar M-16, calibre 5,56 o .223, que fueron utilizados por asesinos múltiples en Estados Unidos y también secuestrados a bandas de narcotraficantes en Colombia y México.

Desde hace un año, cambió el escenario en los que se utilizan esos fusiles. En los últimos doce meses Morón, Caseros, San Martín, Vicente López, Munro, José C. Paz y Pablo Podestá se convirtieron en un territorio en los que por lo menos quince vecinos fueron interceptados por delincuentes que los apuntaron con «armas que tenían ranuras y parecían ametralladoras», según describieron las víctimas..

Por Gustavo Carabajal  | LA NACION

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