Policía filmaba mujeres dentro de un baño químico
El hombre escondía una cámara detrás del inodoro y mojaba la tabla para que no pudieran hacer sus necesidades sentadas y así observar sus partes íntimas. Fue denunciado por una guardavidas de La Ribera.
Una guardavidas de Quilmes denunció a un policía por filmar mujeres en un baño químico con un dispositivo que escondía dentro de una bolsa negra, que ella encontró detrás del inodoro y que contenía múltiples videos, además de coincidir con un compañero y asegurar que el hombre tenía siempre comportamientos extraños.
La denuncia fue realizada por la misma damnificada y se dispuso una orden de restricción de acercamiento y le otorgaron la licencia laboral hasta que todo se normalice en el plano judicial y tenga la seguridad disponible para volver.
La conmoción en el cuerpo de trabajo de La Ribera es muy grande y las imágenes del agresor colocando la cámara y dejando todo «preparado» para captar a sus víctimas son realmente comprometedoras y no dejan lugar a duda sobre su reprochable actitud.
Según consta en la denuncia realizada en la Comisaría de la Mujer y la Familia ubicada en Gran Canaria al 1350, la rescatista empezó a sospechar una tarde que pidió permiso para ir al baño y, cuando se dirigía al mismo, el uniformado acusado se metió rápidamente antes que ella, quedando asombrada. Este adujo cuando salió que los encargados de limpieza habían lavado todo el espacio y que por ello se encontraba mojado, a modo de aviso para ella, que estaba por ingresar.
Sin embargo, cuando fue a tirar la cadena, vio una bolsita negra escondida y, al revisarla, dio cuenta de que contenía una cámara. Las imágenes sacadas de allí son realmente repudiables.
Se puede ver al sindicado ubicando el dispositivo y mojando con una botella la tapa del inodoro, para que las mujeres no pudieran hacer sus necesidades sentadas y así lograr observar sus partes íntimas. Además hay videos de otras víctimas, ya que las aberrantes prácticas llevan largos meses de desarrollo.
Es por ello que, asustada, agarró el artefacto, se dirigió al Club de Pejerrey y le explicó a un amigo suyo todo lo que había pasado. Tras eso, dio avisó a las autoridades sobre lo ocurrido y dijo que iba a denunciarlo. Sus compañeros le dijeron que lo pensara antes de hacerlo, ya que no es nada fácil delatar a un policía y que otro trabajador lo había hecho antes, con otro oficial, y había tenido serios problemas.
A pesar de ello y en un acto de valentía, decidió hacerlo. También fue a la Secretaría de Género de la Municipalidad de Quilmes y la recibió la titular, Bárbara Cocimano, quien la orientó para saber de qué modo actuar en este tipo de casos.
La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°8 de Berazategui y la lleva adelante el fiscal Daniel Ichazo. La dependencia judicial está especializada en cibercrimen y en delitos conexos a la trata de personas del Departamento Judicial Quilmes.
Cabe destacar que la víctima no conocía la identidad del agresor, ya que lo cruzaba a veces y no tenía ningún tipo de relación.-Fuente: Diario Popular-