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Estudio: 9 de cada 10 conductores cometen infracciones

 

Un estudio de la Universidad Siglo 21 refleja que la mitad de los argentinos reconoce utilizar su teléfono celular mientras maneja. Además, 9 de cada 10 conductores cometen infracciones de tránsito habitualmente.

 

¿Cómo somos los argentinos cuando manejamos, respetamos las señales, qué pasa con la utilización del celular en el auto, cómo creen que manejan, cómo creen que manejan los demás? Todos estos datos forman parte de un trabajo realizado por la Secretaría de Investigación de la Universidad Siglo 21, en más de 1000 casos, titulada “El rol del conductor y el incumplimiento de las normas de tránsito”.

 

El relevamiento de la universidad  señala que la mitad de los mismos reconoce utilizar el celular cuando maneja tanto para hablar como para enviar mensajes. Además, 4 de cada 10 encuestados manifestaron haber cruzado algún semáforo en rojo en los últimos 3 meses y 9 de cada 10 cometen infracciones de tránsito habitualmente.

 

Participaron de la muestra conductores habituales de vehículos a motor (automóviles y/o motocicletas) de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años de edad y con residenciaen las ciudades de: Buenos Aires, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Corrientes, Mendoza, Rosario y San Miguel de Tucumán.

 

“El informe presenta algunos resultados de un trabajo de investigación que indagó creencias y conductas vinculadas con el tránsito vehicular en Argentina. Se pidió a los participantes del estudio que manifestaran su opinión respecto a 4 áreas temáticas: evaluación del rol de conductor,  incumplimiento de normas de tránsito, consecuencias del incumplimiento de normas y  disposición al incumplimiento de normas”, explicó el Mag. Gabriel Escanés, titular de la Secretaría de Investigación de la Universidad Siglo 21.

 

 

Evaluación del rol de conductor. Cómo manejo “yo” vs “los demás”

Del 1 al 10 al hablar de sí mismos los consultados en promedio se clasificaron con un 8.1. En cambio a la hora de hablar de la conducción de los demás le colocaron un 5.2. Esta diferencia de casi 3 puntos en las calificaciones, pone de manifiesto la presencia de un sesgo en la percepción de los participantes del estudio, quienes se consideran, en general, mejores conductores que los demás. Este sesgo positivo en la evaluación que los encuestados hacen de sí mismos ya había registrado antecedentes similares en una investigación que había desarrollado la Universidad Siglo 21 en el año 2009.

Un aspecto adicional a considerar es que el 94% de los participantes de este estudio se califican mejor a sí mismos que al resto de los conductores. Este bajo nivel de autocrítica que los conductores están dispuestos a hacer podría representar una de las principales dificultades para lograr mejoras en los propios comportamientos durante la conducción de vehículos. En este sentido, la percepción de los encuestados deja muy poco margen de cambio “en la propia forma” de manejar mientras que serían “los otros conductores” quienes deberían mejorar.

 

La eterna discusión, ¿quién maneja mejor el hombre o la mujer?

 

Si se toman en cuenta las opiniones sobre cómo manejan las personas del mismo sexo (esto es, los hombres opinando sobre como manejan “ellos” y las mujeres opinando sobre cómo manejan “ellas”), la evaluación favorece levemente a las mujeres por sobre los hombres, aunque esa diferencia es pequeña. “Ellas” perciben ser mejores conductoras que “ellos”.

 

Si se toman en cuenta las opiniones sobre cómo manejan las personas de diferente sexo (esto es, los hombres opinando sobre como manejan “ellas” y las mujeres opinando sobre cómo manejan “ellos”), la evaluación también favorece levemente a las mujeres por sobre los hombres.

Ya sean hombres o mujeres quienes evalúan como conducen personas del mismo o diferente sexo, las mujeres son percibidas como mejores conductoras que los varones.

 

 

Incumplimiento de las normas de tránsito

Otro aspecto que se indagó en este trabajo de investigación refiere a la percepción de los participantes del estudio sobre sus propias conductas de cumplimiento -o incumplimiento- de las normas de tránsito.

 

El 78% de los encuestados reconocen que no han detenido totalmente la marcha del vehículo frente a la señal de “PARE”, aun cuando no circulasen otras personas por la vía transversal. Luego, la segunda infracción más común entre los conductores es el exceso de velocidad permitida, el 62% reconoce que la excedió al menos una vez en los últimos 3 meses.

 

En tercer lugar, con una elevada proporción de conductores infractores, se ubica la conducta que omite la prohibición de utilizar el teléfono celular de manera simultánea a la conducción del vehículo. Al respecto, la mitad de los encuestados reconoció haber hablado por teléfono, enviado y/o recibido mensajes de textos. Por último, 4 de cada 10 encuestados manifestaron haber cruzado algún semáforo en rojo en los últimos 3 meses.

 

Al hacer un resumen de los resultados se puede decir que 9 de cada 10 argentinos comenten infracciones de tránsito.

 

Casi ninguno de los infractores recibió una multa por incumplir la obligación de detener por completo el vehículo frente a un cartel de “PARE” y, sólo 1 de cada 10 conductores que cruzaron un semáforo en rojo o utilizaron el teléfono celular durante la conducción en los últimos 3 mesesha recibido una multa por ello. La mayor proporción de infracciones penalizadas con una sanción económica está vinculada con el exceso de velocidad más allá de los límites permitidos, aunque cabe mencionar que sólo alcanza a un 25% de los desaprensivos.

 

Las bajas proporciones de infractores que recibieron algún castigo económico o multa por incumplir alguna de estas 4 normas de tránsito resultan, al menos, poco alentadoras. Este predominio de la impunidad -ausencia de castigo- en las conductas consideradas “fuera de la norma” tiene consecuencias considerables para la legitimidad de las normas viales, la aplicación de la justicia y el tejido social, entre otros aspectos.

 

 

Disposición al incumplimiento de las normas

Finalmente, el último aspecto que se indagó en este trabajo de investigación refiere a la disposición de los conductores a incumplir las normas de tránsito. Es decir, se consultó a los encuestados sobre la probabilidad de que ellos adopten conductas consideradas “fuera” de la norma. Para ello se definieron condiciones específicas que intentan situar al conductor en un contexto de incumplimiento de cada una de las normas consideradas anteriormente:

 

“…Cuando un familiar me llama al celular mientras estoy manejando, atiendo porque puede ser algo importante…”

“…Si vuelvo a mi casa en horas de la madrugada, paso algunos semáforos en rojo si no viene nadie…”

“…Cuando veo la señal de «Pare» disminuyo la velocidad, pero no freno del todo…”

“…Si estoy apurado, voy un poco más rápido de lo que se debe…”

 

Sobre la disposición a infringir las normas, los resultados tampoco aparecen como alentadores. El 77,5% de los conductores que participaron en este estudio indicaron que es probable o muy probable que superen el límite máximo de velocidad en caso de estar apurados. Luego, un 73,4% de los encuestados expresó el mismo nivel de propensión a incumplir la obligación de detener por completo el vehículo ante un cartel de “PARE”. Y, por último, la mitad de los encuestados dijo que es probable o muy probable que crucen semáforos en rojo en horas de la madrugada y respondan una llamada al celular durante la conducción.

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