Locales-Comenzará el lunes el juicio oral por el homicidio de Marcela Silva

La primera jornada de debate se llevará a cabo en la sala de audiencias del Tribunal en lo Criminal de Pergamino. En el banquillo de los acusados estará sentado Heber Bucetti, de 38 años, expareja de la víctima. A través de una carta, la familia Silva apela a la conciencia del Tribunal y aguardan una pena “ejemplificadora”.

El lunes se pondrá en marcha el juicio oral y público por la muerte de Marcela Silva, la joven de 34 años asesinada de tres disparos el 27 de noviembre de 2012 en la planta alta de una vivienda ubicada en Pueyrredón 1620.

En el banquillo de los acusados estará sentado Heber Bucetti, de 38 años, expareja de la víctima, que se entregó horas después del hecho y desde entonces quedó alojado en la Unidad Penitenciaria de San Nicolás y llega a juicio acusado de “homicidio agravado y tenencia ilegal de arma de fuego”.

La Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 6, a cargo de la doctora Patricia Fernández, llevará a cabo la acusación, mientras que el doctor Ramiro Gerber, representará a la familia Silva. En tanto que la Defensa del acusado estará en manos del doctor Aquilino Giacomelli.

La primera jornada de debate se llevará a cabo en la sala de audiencias del Tribunal en lo Criminal de Pergamino y comenzará alrededor de las 10:00. Se espera la concurrencia de un importante marco de público conformado por familiares y amigos de la víctima y referentes de organizaciones de lucha contra la violencia de género y el femicidio.

 

Carta de la familia Silva

A la espera del inicio del juicio oral y público, la familia Silva envió una carta a los medios de comunicación en la cual apelan a la conciencia del Tribunal y aguardan una pena “ejemplificadora”. El texto expresa lo siguiente: “Marcela tenía 34 años, dos hijos adolescentes de 15 y 13 años y un futuro por delante. Sabemos que se vienen horas tan difíciles como decisivas, sabemos que nos tenemos que enfrentar cara a cara con el femicida y con su abogado defensor Aquilino Giacomelli”.

Por otra parte, la familia asegura que está “preparada para escuchar lo que haya que escuchar porque sabemos que la única verdad es la realidad y la realidad es que el femicida disparó tres tiros en la cabeza de Marcela, terminando arbitrariamente con sus sueños, con su futuro, con su vida”.

Para los Silva no se puede “justificar lo injustificable. Lo ocurrido es un hecho criminal gravísimo, y merece la condena social y la máxima pena legal” y en este sentido “apelamos a la conciencia del Tribunal para que juzgue de manera ejemplificadora”.

La familia reclamó que no haya “ni una mujer más víctima de femicidio” y pidieron que “el crimen de Marcela no pase al olvido como una muerte más”.

En otro párrafo de la carta enviada a los medios la familia reveló que “desde ese trágico hecho hemos convertido el dolor en acción y hemos llevado nuestra experiencia y nuestra voz a los barrios, las escuelas, las iglesias, sindicatos y todos los lugares que solidariamente nos han abierto las puertas y el corazón en lo que consideramos una lucha por los derechos humanos de la mujer, así como de los niños y los familiares, que son víctimas colaterales del femicidio”.

Por último, los familiares de Marcela Silva solicitaron a “los vecinos de la ciudad de Pergamino que en los próximos días pongan su mirada en el juicio, que sigan paso a paso cada instancia, que nos acompañen porque cualquiera de nosotros puede ser víctima”.

 

El hecho conmocionó

El caso se produjo el 27 de noviembre de 2012 alrededor de las 17:00, en una vivienda de Pueyrredón 1620 (planta alta), donde alquilaba el imputado. Marcela Rita Silva, se había dirigido hasta la casa de su expareja, Heber Bucetti, donde por causas que se investigan, tras una discusión, el hombre le descerrajó dos disparos en la cabeza con un revólver calibre 38, que le provocaron la muerte en forma instantánea.

Minutos después Bucetti se presentó en la Comisaría Primera para poner en conocimiento de las autoridades lo que había sucedido e inmediatamente quedó aprehendido.

El hecho generó una gran conmoción en la comunidad pergaminense a medida que el hecho fue tomando repercusión pero particularmente en los habitantes de la cuadra donde alquilaba el imputado, quienes manifestaron que en ningún momento imaginaron que el hombre era capaz de eso. De todas maneras los vecinos aclararon que lo conocían de vista, que hacía relativamente poco tiempo que vivía allí y nunca habían dialogado con él. Asimismo agregaron que nunca escucharon gritos, peleas, ni discusiones. Por otra parte, una persona allegada a la pareja indicó que estaban distanciados hace algunos meses y que a menudo se veían. Sin embargo, nada hacía presumir en el entorno que la relación iba a terminar de esa manera.

 

La Opinion de Pergamino

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