Locales-Condenan a 4 años de prisión a un padrastro por golpear a un niño

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El Tribunal Oral en lo Criminal 1 sentenció a un sujeto de 38 años por un grave episodio de violencia intrafamiliar contra el hijo de su pareja de 12 años ocurrido en agosto de 2016.

Un niño sufrió un grave ataque por la pareja de su madre por negarse a ir a hacer un mandado a altas horas de la noche en agosto de 2016 y por ese episodio el agresor fue condenado a cuatro años de prisión el agresor.

Este sujeto, de 38 años, está preso desde septiembre de ese año –días después del episodio- y debe continuar detenido en la Unidad Penal 13 de Junín hasta que se cumplan los dos tercios de esta condena en primera instancia que ha quedado firme.

La sentencia la dictaron los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 1, a partir del juicio abreviado acordado por la Fiscalía y la Defensa del imputado.

La condena a cuatro años de prisión, de efectivo cumplimiento, fue por los delitos de intento de homicidio y amenaza; ya que la fiscal Karina Póllice ha logrado probar que el niño sufrió lesiones que lo podrían haber llevado a la muerte. Afortunadamente el menor logró recuperarse tras esa violenta agresión.

La pesadilla para ese niño ocurrió el jueves 25 de agosto a las once de la noche en la vivienda donde convivía con su madre y la parejadeesta.

Esa noche el hombre de 38 le pidió al niño que se dirigiera a un comercio cercano a realizarle compras para él. El muchachito ignoró la orden y esta actitud llenó de ira a este sujeto.

Según surge del fallo judicial el padrastro se acercó al niño que estaba sentado en una silla, lo levantó, lo tomó con sus dos manos del cuello y lo apretó deliberadamente provocándole la falta de aire.

Durante la instrucción judicial y al momento de fundamentar la calificación legal, la fiscal Póllice sostuvo que con esta agresión tuvo la intención de causarle la muerte.

Seguidamente lo tiró al piso, le propinó varios puntapiés en el cuerpo y en la espalda y le dio golpes de puño en el rostro.

Luego lo levantó de donde yacía y le aplicó un golpe de puño en el estómago que le provocó un vómito espontáneo a la víctima.

Finalmente lo llevó hasta la cama para que se durmiera y los intimidó verbalmente a él y a su madre que no lo denunciaran porque los mataría a todos. Esa acción configura el delito de amenaza.

Entre las lesiones que quedaron marcadas en el cuerpo del niño como evidencia de este violento ataque estuvo la descripta por el médico interviniente en el caso: “contusión eritematosa cervical total en toda su circunferencia con lesión por digito presión en número dos en región cervical derecha compatible con posible estrangulamiento”, tal como surge del detalle de esta marca en el cuello del menor.

El informe de la médica pediatra fue claro en cuanto a los hematomas y escoriaciones sufridas por el niño en el cuello -por el estrangulamiento-, en la cabeza, en el rostro y la parte superior del tórax. La médica de Policía que intervino también dejó registrado la lesión del cuello horas después de conocido el episodio y tomó fotografías que fueron incorporadas como prueba en el expediente.

Ante la urgencia y gravedad del caso la instructora judicial de la Fiscalía 4 junto a la Asesora de Menores tomaron declaración testimonial al niño; quien reconstruyó todo el ataque de su padrastro por negarse a hacer un mandado a las once de la noche. Luego ratificó todo en el dispositivo de Cámara Gesell; donde la especialista dio su evaluación y expresó que “en la entrevista el menor estaba emocionalmente estable. La espontaneidad de su expresión –verbal y gestual-, la descripción de los acontecimientos vivenciados, los detalles aportados y la consistencia de su relato dan cuenta de la inexistencia de indicadores de mendacidad y aportan valor de credibilidad a lo relatado” y de esa forma se convierte el testimonio de la víctima en una pesada prueba de cargo.

Denuncia del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño

 

La primera intervención en este caso, a fines de agosto de 2016, la realizaron desde la oficina del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño.

El asistente social Pablo Bató fue quien puso en conocimiento de las autoridades judiciales de esta situación al conocer el episodio; luego de cinco años de seguimiento a ese grupo familiar.

En esa vivienda desde hacía un tiempo que había violencia en el ámbito familiar; pero la mujer no lo había denunciado por temor a las represalias del hombre.

La Fiscalía 4 ordenó una batería de medidas de urgencia como el pedido de detención del agresor y la prohibición de acercamiento; entre otras acciones para dar con el imputado y preservar a los integrantes del ámbito familiar.

Desde el Servicio Local ubicaron al menor en la casa de un familiar para preservar su integridad física.

Adicción al alcohol y a las drogas

 

Un informe socio ambiental que surge del expediente judicial registra que el agresor tenía adicción al alcohol y a las drogas y que presenta “dificultades de interacción en sus lazos vinculares directos –familia y pareja-, no así en el contexto social donde las relaciones interpersonales serían satisfactorias”, según surge del expediente judicial.

Fuente: Semanario del Tiempo
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