Estaban listos para cometer el robo: rostros cubiertos para no ser detectados por las cámaras, movimientos sigilosos y la mochila en la que guardarían el botín. Pero el plan resultó desastroso.

El caso ocurrió en China el pasado 14 de febrero cuando dos ladrones -o aspirantes a ladrones a juzgar por su torpeza- intentaron romper un vidrio. El primero lanzó un ladrillo con fuerza pero no lo logró, y cuando era el turno del segundo, al lanzar el ladrillo le pegó en la cabeza a su compañero, que cayó privado sobre el suelo.

El video fue difundido por los servicios públicos de seguridad de Shanghai y compartido en la red social china Weibo, en donde se viralizó.

Inmediatamente después del fiasco, cuando uno de los ladrones estaba tirado sobre el suelo, su compañero intentó levantarlo pero tal fue el impacto -el hombre había perdido el conocimiento- que no pudo y lo arrastró.

En pocas horas, el video, que ya había sido compartido más de 20 mil veces, estaba acompañado por esta leyenda: «Si todos los ladrones operaran en este nivel, la policía no tendría que trabajar horas extra».