La investigación está centrada en reconstruir todas las secuencias del siniestro que ha terminado con la vida de siete detenidos de los calabozos de la Comisaría Primera. Especialistas de Policía Federal realizan los estudios del siniestro.

La escena de la tragedia donde perdieron la vida siete jóvenes, que se encontraban privados de su libertad en los calabozos de la Comisaría Primera, se encuentra preservada y desde el siniestro sólo accede el fiscal Nelson Mastorchio con su equipo de trabajo para realizar las distintas pericias.

Desde el fatídico jueves dos de marzo gran parte de la dependencia policial de Dorrego al 600 es parte de una escena de un crimen múltiple sin antecedentes en la historia de las crónicas policiales de nuestra ciudad.

Los familiares de Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizarro, Jon Mario Claros, Juan Carlos Cabrera y Fernando Emanuel Latorre; actualmente están expectantes en la evolución de la investigación para que la pérdida de la vida de estos jóvenes no quede impune.

El fiscal Nelson Mastorchio está trabajando bajo un total hermetismo debido a la complejidad del caso, para no entorpecer la investigación.

Si bien en el sexto piso del edificio judicial de calle Merced están abocados plenamente a esta causa con intervención, incluso, de instructores judiciales de la Procuración provincial; los movimientos visibles de los integrantes de la Fiscalía Nº 3 se están dando los días viernes. El 3 de marzo, al día siguiente del fatal siniestro, concurrieron a realizar un relevamiento exhaustivo para continuar con las actas iniciales. Este viernes 10 participaron especialistas de Bomberos y de Criminología de la Policía Federal.

El expediente judicial tiene una gran cantidad de pruebas; testimonios; pericias; actas e innumerables actuaciones que desde la instrucción judicial deben enfocarla a encontrar las personas e instituciones a las que se les debe adjudicar la responsabilidad penal por la muerte de los siete jóvenes fallecidos.

La cárcel es un lugar de reclusión para las personas privadas de la libertad por disposiciones judiciales que tiene que propiciar la reinserción de los reclusos. El Estado es el garante que los convictos transcurran sus días presos sin que ningún factor afecte su integridad física.

Los uniformados que estaban en la Comisaría Primera ese primer jueves de marzo trágico, desde el comisario Alberto Donza; pasando por el oficial de servicio; el imaginaria de calabozo (encargado de la vigilancia de los presos) hasta los otros tres agentes, hombres y mujeres, con funciones de ayudantes de guardia ya han sido desafectados de la fuerza de seguridad administrativamente.

Las familias de los jóvenes fallecidos tienen las expectativas que la investigación judicial determine si hubo una negligencia policial en este caso.

Fuentes calificadas cercanas a la investigación de la Fiscalía han dejado trascender que inicialmente la figura penal que enmarcaría la instrucción judicial sería por el delito de abandono de persona seguido de muerte.

Recrearán el incendio

El próximo viernes 16 de marzo volverán los especialistas de Bomberos y de Criminología de la Policía Federal Argentina a realizar una pericia de recreación del desarrollo del incendio.

Los jefes de estas fuerzas especiales ya hicieron un trabajo preliminar, a lo largo de cuatro horas, en la dependencia judicial junto al fiscal Mastorchio y los funcionarios de la Fiscalía N| 3, Romina Caniglia; Sebastián Labbate y Juan Martín Fontana.

El jefe de la Unidad Criminalística de la Policía Federal, Renato Constantini, junto a integrantes de su brigada especializada relevaron el edificio con varios dispositivos tecnológicos para realizar distintas pericias.

El comisario inspector Hernán Zelmar Nuñez y su equipo de especialistas en incendios determinarán, en base al relevamiento del viernes pasado y el que les resta hacer a fines de esta semana. Zelmar Nuñez es el máximo referente en investigación científica de incendios. La intervención de estos especialistas logrará determinar donde se originaron los focos ígneos en los calabozos; la duración de las llamas; el tiempo en que se ha llenado el ambiente del fatal monóxido de carbono que terminó con la vida de los siete jóvenes; entre otros elementos para reconstruir de científicamente el siniestro.

Custodia policial

Una brigada especial de la Policía Federal actualmente está custodiando al fiscal Nelson Mastorchio y su familia, tal como lo ha reconocido el magistrado en una conferencia de prensa brindada el lunes pasado.

El fiscal y su grupo de trabajo de la Fiscalía 3 estuvieron en el lugar del siniestro desde el primer momento. Minutos después de las 19:00 del jueves 2 de marzo ingresaron a la dependencia policial, donde todavía persistía una gran cantidad de humo dentro del edificio.

Desde ese momento se han registrado directa o indirectamente distintos tipos de amenazas explícitas o implícitas; a las cuales el fiscal asegura no temer y que seguirá con la causa «hasta las últimas consecuencias sin temor y con el objetivo de esclarecer las siete muertes en los calabozos».

Pedido de colchones ignífugos

Desde la Policía tienen notas enviadas al Ministerio de Seguridad, con anterioridad al trágico episodio, donde han requerido que el gobierno provincial les provea de colchones ignífugos para evitar la presencia de los de goma espuma que incendiaron en los calabozos de la Comisaría Primera y generó que todo ardiera en llamas mientras los detenidos se encontraban encerrados en la celda.

¿Principio de motín?

Los testigos reconocen que con anterioridad al incendio se ha registrado -el jueves a la tarde una pelea entre dos de los presos-, tal como ha trascendido. Pero esa disputa no sería la causa del incendio intencional dentro de la celda 1, donde fallecieron sus siete ocupantes; sino que se trata de establecer la posibilidad que el encendido de colchones fuera una medida de protesta contra las autoridades policiales por recluirlos en los calabozos antes de la hora habitual. Es una de las hipótesis que ha trascendido en forma extraoficial de fuentes judiciales.

Fuente:Semanario el tiempo