Guillermo Luna y su mujer fueron encontrados asesinados dentro de su camioneta. La fiscal no descarta ninguna hipótesis, pero asegura que si hubiese sido un robo se habrían llevado varias pertenencias de valor que encontraron en la escena del asesinato.

El crimen del cirujano plástico Guillermo Luna y su mujer, la cosmetóloga Laura Silvia Favre sigue conmocionando a la ciudad de City Bell. Él, ex policía, estuvo procesado por estafas al IOMA y también tuvo varias denuncias por mala praxis. El lunes a la noche, ambos fueron encontrados asesinados dentro de su camioneta, con un disparo cada uno.

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Cada vez cobra más fuerza la hipótesis de que se trató de una venganza o ajuste de cuentas. Es que según aseguró la fiscal, Leyla Aguilar, la causa por robo está prácticamente descartada ya que en el lugar se encontraron $6 mil, una pulsera de oro y un celular de alta gama.

«Escuchamos cuatro o cinco tiros», confirmaron vecinos que viven cerca de una esquina de Gorina donde todo ocurrió.

Hasta el momento, lo que se sabe es que ambos cuerpos fueron hallados alrededor de las 23 del lunes dentro de una camioneta Kia modelo Sorento negra (HRK 440), en 137 y 490. Tenía el lateral izquierdo de su trompa estrellado contra un poste de luz, las luces encendidas y las puertas abiertas. Según Aguiar, los disparos fueron efectuados dentro del rodado.

Así la encontraron los primeros policías que llegaron al lugar después de que los vecinos que escucharon los tiros llamaron al 911.

El cuerpo de Laura estaba en el asiento del acompañante, con un disparo por debajo de la oreja izquierda, según se detectó en la autopsia. La bala, que sería calibre 45, quedó alojada en la parte inferior del maxilar. La mujer tenía también una herida en la cabeza, que se habría hecho con un golpe contra el espejo retrovisor.

El cadáver de Luna yacía recostado en el asiento trasero, en una posición que la propia fiscal describió como «extraña», ya que tenía las piernas colgando hacia el baúl. Según los forenses, recibió un solo disparo que le perforó «la zona pectoral central y salió por la espalda media», provocándole una «hemorragia nasal por daño arterial».

A metros de la camioneta, los peritos encontraron un proyectil intacto de 9 milímetros, una vaina servida del mismo calibre y otra del 45, además de un guante de látex y una toalla con sangre. Dentro del habitáculo quedaron el guante restante, dos plomos encamisados del calibre 45 y un sello correspondiente a Guillermo Fernando Luna.

Había, además, dos carteras de mujer y un bolso de mano, una billetera con varias tarjetas de crédito, la plata y un «celular de la marca Samsung y modelo reciente», describió un pesquisa, según publica el diario El Día. Ese teléfono es el de Laura. El de Guillermo, que tampoco tenía los documentos encima, «todavía no apareció».

El círculo más allegado a las víctimas mantuvo un silencio impenetrable, no sólo ante la prensa, por lo que los investigadores esperan que la hija adolescente de Luna y Favre cuente, si es que lo sabía, dónde estuvieron sus padres o con quiénes se encontraron la noche del lunes. «Ellos solían ir a cenar afuera», deslizó un pesquisa, citando lo poco que escuchó de amigos del médico.