Capturaron al narco que tenía 227 kilos de marihuana en una vivienda de Junín

El imponente cargamento de marihuana incautado en Junín el 5 de marzo del año 2011.

Corría el 2011 y de buenas a primeras, el nombre de  Carlos Manuel Fiordellino Celis se convirtió en uno de los famosos de Junín. Y no era para menos: el 5 de marzo de ese año, en la casa que habitaba en calle Mayor Orellanos al 400 de esta ciudad junto a su esposa, le encontraron 227 kilos de marihuana compactada, en lo que hasta hoy representa uno de los cargamentos de droga más importantes incautados en suelo juninense.
Esa madrugada el narco logró escabullirse de la Policía pero veinte días después cayó preso. Sin embargo, en junio del año siguiente se escapó de la cárcel rosarina y permaneció prófugo 61 meses, hasta la madrugada de ayer, cuando resultó detenido en Escobar.
Considerado uno de los diez fugitivos más buscados de Argentina, Fiordellino Celis fue interceptado en un control policial cuando manejaba una camioneta BMW junto a un acompañante. Al ser requisado se le encontraron en su poder casi un kilo de cocaína, $296.000 en efectivo, armas largas y una pistola con silenciador.
Se trata de uno de los delincuentes «históricos y más pesados» del hampa santafesina. Y la Policía siempre creyó que seguía manejando el negocio narco desde la clandestinidad.
Por él, la Justicia ofrecía $ 100.000 de recompensa a quienes aportaran datos sobre su paradero. Según informaron fuentes policiales al portal Online 911, Fiordellino Celis tenía por lo menos siete identidades falsas y más de 40 causas penales.
La Policía venía siguiendo sus operaciones en una red de narcotráfico en la zona Norte del Conurbano bonaerense, que según creían se dedicaba a distribuir marihuana. Con varias pruebas reunidas y el dato de una posible entrega de drogas, varios móviles lo interceptaron mientras se movía junto a otros investigados en un BMW y una camioneta Sprinter.
En el caso interviene el Juzgado Federal de Zárate- Campana, a cargo de Adrián González Charvay, y el fiscal Federal Pedro Rebollo.

El caso en Junín
Aquel 5 de marzo todo se inició pasada la 1.30, cuando la mujer del narcotraficante llamó desesperada a la Policía y dijo que su pareja la había amenazado a ella y a sus cuatro hijos con un arma de fuego.
Parecía un caso de violencia familiar, pero cuando los efectivos llegaron al lugar hallaron en una de las habitaciones, guardados en bolsas de consorcio, 248 panes de marihuana.
Esa madrugada Fiordellino logró escapar. Sin embargo, el 25 de marzo último cayó preso en la localidad santafesina de Funes, en las afueras de Rosario, con 55 kilos de marihuana, tras protagonizar un violento tiroteo con la Policía.
El domingo 7 de junio de ese año, Fiordellino se escapó caminando de la prisión rosarina en la que estaba alojado y por el hecho hubo varios policías investigados.
Lo hizo sin tener la necesidad de limar barrotes, romper candados o violentar aberturas. Por el escandaloso hecho fueron detenidos un comisario y dos agentes que fueron pasados a disponibilidad y quedaron a disposición de la Justicia.
Fiordellino estaba alojado en el pabellón 3 de la alcaidía, cuyo ingreso principal se encuentra sobre avenida Francia al 5200. A última hora del domingo, en un control rutinario, la guardia del penal notó su ausencia e inmediatamente avisó a la superioridad. “Nosotros nos enteramos cerca de medianoche e inmediatamente se dispuso que actúe la División Judiciales y la Dirección Provincial de Asuntos Internos para que se deslinden las responsabilidades del caso”, dijo Facundo Paschetto, secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad.
Con compañía. El funcionario confirmó que la fuga se conoció a las 12 de la noche del domingo y que en la primera requisa al lugar se comprobó que “no hay nada roto, ni daño material alguno que permita creer que hubo una evasión violenta”. En ese sentido, explicó que “el detenido salió por la puerta y acompañado por un policía”.

Una larga historia
La historia del narco tiene al menos otros tres antecedentes pesados. El 3 de agosto de 2001 un muchacho de 20 años y empleado de una fábrica de refrigeradores de Echesortu fue secuestrado, golpeado sin piedad y sometido a un simulacro de fusilamiento por parte de dos hombres. Según la investigación, eso ocurrió después de que los dueños de la firma lo acusaran de robar 1.200 pesos. Sin embargo, el joven dijo que el motivo del hecho fue el descubrimiento de drogas dentro de un auto de la firma. Y sostuvo que sus secuestradores habían sido Fiordellino y otro fletero de la fábrica.
El 24 de marzo de 2004, en tanto, Fiordellino resultó herido de bala en un tiroteo con policías que lo perseguían tras el intento de asalto a una distribuidora láctea de Granadero Baigorria.
Finalmente, el 14 de mayo  del 2010 Fiordellino fue acusado de disparar a mansalva contra el policía Hernán V., de 27 años, quien cumplía funciones en la seccional 16ª y salvó su vida milagrosamente cuando conducía su auto y en Ocampo al 3800 fue emboscado por un Chevrolet Corsa en el que iban tres jóvenes. Para los investigadores, el que disparó fue Fiordellino y lo hizo por motivos pasionales.

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