El ex empresario aseguró después de haber asesinado a su esposa Claudia Schaefer, en la casa que alquilaban en el country Martindale, de Pilar, que antes de degollarla y provocarle 74 lesiones, su ex le dijo que era «un pobre hombre».

La frase está en las pericias psiquiátrica a la que fue sometido el imputado y surgió de la declaración de uno de los dos vigiladores que se acercaron a la casa luego de cometido el crimen y se encontraron con el acusado cuando ya había salido del vestidor todo ensangrentado y esperaba en un cuarto a la Policía.

Según los vigiladores, Farré los miró y afirmó: «Me dijo que era un pobre hombre», en alusión a lo que supuestamente le habría dicho Schaefer antes de que él la matara.

Al analizar esa frase, los peritos descartan que sea cierto que él sólo recuerda «momentos aislados» del momento del crimen.

«Esos dichos han sido posibles pues tenía capacidad de fijación de la memoria, recordaba lo dicho por la víctima, para lo cual es necesario el concurso de la conciencia, y demuestra que no hubo amnesia»,señalan los especialistas.

Respecto al estado de «shock» en el que, según algunos testigos, se encontraba Farré luego de asesinar a su mujer, las psiquiatras afirman que «dicha respuesta es la esperable ya que la ausencia de resonancia emocional sólo sería posible en caso de que se tratara de un perverso psicópata».

«Con posterioridad al hecho no huyó, ni intentó defenderse. No hay evidencia de que haya presentado una sintomatología compatible con psicosis, ni confusión», agregan los peritos.