Cezar da Silva Salles, de 12 años, fue atropellado a un costado de la carretera Presidente Dutra, en Río de Janeiro. La tragedia reavivó una vieja disputa entre los vecinos, los concesionarios y la policía.

Hace calor. Un grupo de niños se lanza una y otra vez a una pequeña laguna que se ha formado a un costado de la autopista Presidente Dutra en Penha, en la zona norte de Río de Janeiro. Para tomar carrera esquivan los autos que pasan a toda velocidad, se colocan en medio del asfalto y corren con fuerza cuando ven un hueco en el tráfico.

Julio Cezar da Silva Salles, de 12 años, está entre ellos. En una de la carreras no tiene la suerte de sus compañeros y es embestido. Su cuerpo vuela por los aires varios metros. La cámara, fría, no deja de grabar. El niño está ahora en coma, muy grave tras recibir un fuerte golpe en la cabeza.

“En el cuerpo de mi hijo no se ven lesiones. Pero sufrió una lesión en la cabeza que, según los médicos, es el grado más grave”, dijo Jacqueline, madre del Cezar y otros cuatro niños. La mujer dijo que su hijo le dijo que iba a jugar a la pelota porque salió temprano de la escuela. “Pero se fue al charco de la autopista. No tengo nada en contra del conductor que lo atropelló.Sé que mi hijo no debería haber estado allí”, dijo la mujer.

Julio Cezar da Silva Salles tiene 12 años. Está en coma tras ser atropellado en la autopista Presidente Dutra, en Río de Janeiro.

Lo cierto es que la escena se repite cada día en la urbanización de Penha. Y más allá de la crudeza del video que ha llevado el tema a la prensa, se esconde detrás una discusión sobre la calidad de vida en los barrios pobres de Río de Janeiro. La madre del niño, el tío, los responsables de mantener la autopista y la policía se han enfrentado en el reparto de culpas.

El tío de Cezar, Alex da Silva Menezes, ha sido el primero en disparar. Ha dicho que los niños juegan en el charco de agua porque no tienen adonde ir. Y ha acusado a la concesionaria de la Presidente Dutra de no hacer nada para que el agua no se acumule allí día tras día.

«EL FIN DE SEMANA, SI HAY SOL, LOS NIÑOS VAN A VOLVER A JUGAR ALLÍ”, ADVIRTIÓ EL TÍO DEL CEZAR

“En nuestra comunidad los niños no tienen ninguna opción de ocio. Por eso se divierten en ese charco de agua sucia. Yo ya le había advertido a mi sobrino que era peligroso lo que hacía, pero ya sabemos cómo son los niños”, lamentó Silva Menezez. El hombre apuntó entonces contra la empresa CCR Nova Dutra, a cargo de mantener la autopista.

La madre de Julio Cezar da Silva Salles tiene otros cuatro niños. «Sé que mi hijo no debería haber estado allí», dijo

“Hicieron una extensión del puente, lo que llevó acumuló agua. El agua está estancada días, meses. Y lamento decir que puede suceder una tragedia de nuevo, en cualquier momento. El fin de semana, por ejemplo, si hay sol, los niños van a volver a jugar allí”, dijo.

Descargo

De inmediato, CCR negó haber hecho un trabajo en la autopista. «La información es infundada. Hay obras de la concesionaria en el sitio, pero el agua en el sitio pertenece al Río Acari. Cuando llueve en Río de Janeiro, el agua no fluye hacia el mar y llena ese punto de la autopista”, dijo la empresa en un comunicado.

La Policía Federal de Carreteras también dio su versión, tras quedar en medio de una discusión sobre su responsabilidad en la vigilancia de la carretera. “Lamentamos profundamente el accidente en la carretera Presidente Dutra (BR-116), km 164, en dirección a Rio de Janeiro”, dijo un vocero. Y luego apuntó contra los padres. “Los responsables de los niños (que juegan en la autopista) deben ser conscientes de la situación de sus hijos”.